EL AGUA
Es el componente más importante para la supervivencia puesto que es imprescindible para todos los procesos bioquímicos de la vida. La falta de agua puede causar mucho más que una acusada sensación de sed.
El agua es el nutriente simple más importante para la creación y el desarrollo de la vida, puesto que es esencial para poder realizar todas sus reacciones bioquímicas.
Todos los seres vivos están compuestos de un elevado índice de agua, que varía según su especie. En el caso de los perros y más concretamente en un cachorro joven estos niveles de composición pueden alcanzar entre un 70 y un 80 por ciento.
Hay distintas maneras de proporcionar agua al organismo, la más eficaz es mediante la bebida directa. Otra forma de obtener agua es a través de la que se sintetiza en los procesos digestivos de los alimentos, aunque su cantidad total no sería suficiente para satisfacer las necesidades básicas diarias, ya que como máximo se consigue el 10 por ciento de esa cantidad imprescindible.
Para que el consumo de agua sea eficaz no debe estar muy fría en invierno ni muy caliente en verano.
Deshidratación
Ante la falta de agua el organismo tiende a deshidratarse, si esta pérdida de agua alcanza niveles exagerados puede provocar daños irreparables y si son críticos puede desencadenar la muerte.
La primera reacción del organismo ante la falta de agua es la retención de la mayor cantidad posible de líquidos, de modo que se excreta menor cantidad de orina a la vez que ésta se concentra. Los solutos en la orina pueden producir cálculos renales puesto que se acumulan en el riñón ante la imposibilidad de diluirse en agua.
Mediante la eliminación de orina el organismo realiza esa función de depuración, así que si no se expulsan disueltos en ella, estos compuestos nocivos se pueden acumular en huesos y tejidos blandos como los grandes vasos del corazón.
La sed
La sensación de sed se verifica en una zona concreta del hipotálamo, una glándula que se encarga de regular la mayoría de las funciones vitales. Si se llegara a destruir esa parte el animal nunca tendría sed.
Los factores que influyen en la sensación de sed son, entre otros, la cantidad de agua que contenga el alimento así como su contenido en sales, el ejercicio que realiza el ejemplar, la temperatura ambiental o si padece ciertas enfermedades. Por ello es imprescindible que el perro disponga siempre de la cantidad adecuada de agua, que beberá según sus necesidades.
Necesidades de agua
El consumo de agua es proporcional a la cantidad de comida ingerida; por ejemplo, un ejemplar que realice un nivel de actividad normal e ingiera entre 70 y 80 kilocalorías metabolizables por kilo de peso al día (20-25 gramos de alimento seco por kilo de peso y día) precisará una cantidad de agua entre 50 y 65 centímetros cúbicos de agua por cada kilo de peso al día.
Una perra de 20 kilogramos de peso que esté amamantando a una camada numerosa debe disponer de tres litros de agua al día.
La sed es menor según aumenta la composición de agua en el alimento, por ejemplo, si el perro se alimenta a base de comida seca deberá consumir más agua que si se alimenta de comida enlatada que esté compuesta en un 80 por ciento de agua.
FUENTE OBTENIDA DE: EL MUNDO DEL PERRO.